La curiosidad es una habilidad

Todos nacemos curiosos, porque necesitamos entender cómo funciona el mundo. Con el tiempo y la acumulación de experiencia, la curiosidad puede comenzar a disminuir. Es algo que suele suceder. Tan pronto como creemos que sabemos mucho y que entendemos casi todo en este mundo, la curiosidad se desvanece.

Foto de Geert Weggen

La curiosidad es la condición fundamental para el aprendizaje. De la curiosidad nace el deseo de descubrir algo y luego se transforma en el deseo de profundizar en ello. Una persona sin curiosidad no aprenderá, simplemente porque no le interesa nada nuevo. 

Ser curioso significa ser abierto a lo nuevo. Es decir, la comprensión de que existe lo nuevo y que es imposible saberlo todo. Es la comprensión de que no solo puedes no saber, sino también equivocarte en algo. Esto, a su vez, es vulnerabilidad. Así es, la curiosidad puede llevarte eventualmente a darte cuenta de que te has equivocado en alguna parte, y tal vez de manera bastante seria. Es por eso que muchas personas temen lo nuevo, ¿y si lo nuevo revela algo que señala errores? Esto no es sencillo, especialmente para un adulto.

Pero si queremos aprender y enseñar, debemos cultivar la curiosidad. ¿Cómo podemos hacerlo? Aquí algunos tips:

- La mentalidad de principiante y la apertura a lo nuevo. Debemos esforzarnos por entender que no podemos saberlo todo y que es normal. Lo nuevo es mucho más vasto de lo que ya conocemos. Debemos dejar de temer que lo nuevo pueda revelar algo y cambiar lo que ya existe. Es difícil, pero es normal, así debe ser.

- Entrenar nuestra vulnerabilidad. Todos somos vulnerables, pero podemos elegir entre ocultarlo o mostrarlo. Sí, hay cosas que no sabía. Eso no me convierte en una mala persona. Solo significa que hay algo que no sabía y que ahora he aprendido.

- Observar y escuchar. Frecuentemente nos damos cuenta de que la gente escucha para decir algo, en lugar de escuchar para entender algo. Esta habilidad de dejar de pensar que ya me lo se, resulta en que cada interacción revela algo nuevo. Solo se necesita escuchar correctamente.

- La frase asesina del aprendizaje y la curiosidad es: “Todo ya está claro”. Tan pronto como la pronunciamos, nos cerramos a todo lo que podríamos aprender. No la digas, ni siquiera en tus pensamientos. Especialmente antes de sumergirte en un tema, hacer preguntas y escuchar las respuestas. En su lugar, debería ser “Ahora parece que lo entiendo”.

Y por último. Es importante fomentar la cultura de no saber. La propia, en la familia, en la empresa. La cultura de no saber es la alegría de que alguien no sepa algo y ahora pueda aprenderlo. Es la ausencia de crítica por hacer una pregunta. Porque cada persona tiene el derecho de no saber lo que a otro le parece completamente obvio. Criticar las preguntas y la ignorancia es el asesino de la curiosidad. Sin curiosidad, no hay aprendizaje.