En Japón no hay día de maestro

Una historia de Rustam Bisenev. 

Una vez le pregunté a mi colega japonés, el profesor Yamamoto:

― ¿Cuándo celebran en Japón el Día del Maestro y cómo lo festejan?

Sorprendido por mi pregunta, él respondió:

― En realidad, en Japón no tenemos un Día del Maestro.

Al escuchar su respuesta, no sabía si creerle o no. Me invadió la duda: "¿Por qué en un país donde la economía, la ciencia y la tecnología están tan avanzadas, se trata al maestro con tan poco respeto?".

Un día, después del trabajo, Yamamoto me invitó a su casa. Como vivía lejos de la escuela, tomamos el metro. Durante la hora pico de la tarde, los vagones del tren subterráneo estaban abarrotados. Después de luchar para entrar, me quedé parado agarrado firmemente de los pasamanos. De repente, un anciano que estaba sentado a mi lado se levantó y me ofreció su asiento. Sin comprender este gesto de respeto por parte de un hombre mayor, me sentí incómodo y rechacé la oferta. Sin embargo, él insistió, y finalmente, me vi obligado a aceptar su generosidad.

Cuando salimos del metro, le pregunté a Yamamoto acerca de la acción del anciano. Él sonrió y, señalando mi insignia de maestro, me dijo:

― Este anciano vio tu distintivo de maestro y, como muestra de respeto por tu estatus, te ofreció su asiento.

Como era la primera vez que iba a la casa de Yamamoto, sentí la necesidad de llevar un regalo. Compartí mis pensamientos con él, y él me apoyó, informándome que había una tienda para maestros donde podía comprar artículos a precios especiales. Una vez más, no pude evitar expresar mi sorpresa:

― ¿Los descuentos se aplican solo a los maestros? ― pregunté.

Yamamoto confirmó mis palabras y agregó:

― En Japón, el maestro es la profesión más respetada y el maestro es la persona más respetada. Los dueños de negocios se sienten realmente honrados cuando los maestros visitan sus tiendas.

Durante mi estancia en Japón, presencié repetidamente cómo los japoneses muestran un inmenso respeto por sus maestros. En el metro, tienen asientos especiales para maestros, tiendas exclusivas y los maestros no tienen que hacer cola para comprar boletos de transporte público.

¿Por qué los maestros japoneses necesitarían un día especial cuando cada día de sus vidas parece ser una celebración?

Al compartir esta historia, mi deseo más profundo es que nuestra sociedad pueda elevarse al nivel de respeto hacia los maestros que se encuentra en Japón, y que los maestros sean dignos de tan alto estatus.

Yo por mi parte, espero que esta pequeña historia motiva la reflexión sobre aparentar un respeto y realmente aplicarlo.