Las prioridades del ciudadano

Yo tengo clarísimo los tres pilares de un ciudadano ejemplar: Chela, Tele y Futbol. Mis prioridades están claras: Tengo derechos. Tengo derecho de opinar y lo ejerzo a diestra y siniestra. Me se los nombres de todos los jugadores de la selección nacional, pero no conozco al delegado de mi colonia. Yo se como pasar le al oficial de transito 200 varitos sin que nadie se de cuenta, pero no se que hacer para levantar una queja en ministerio público. Se donde conseguir las cosas mas barato, pero no tengo idea de para qué sirven los “módulos de atención ciudadana”. Opino que “estaríamos mejor con Lopez Obrador”, y si Lopez Obrador hubiera ganado ahorita opinaría que “estaríamos mejor con Fulanito de Tal” y así sucesivamente. Lo importante es que ejerzo mi derecho de opinar. Sepa la chinche pa’que pero yo ya cumplí. Yo ya puse de mi parte. Soy bueno. Viva la libertad de expresión. ¡Que soy ateo, gracias a Dios!


¿Cuál es la prioridad? ¿El resultado o el hecho de opinar sobre ello? Una de las cosas muy interesantes en nosotros es que fabricamos ilusiones creyendo en que las consecuencias que imaginamos se convertirán en la realidad.

Hace un tiempo se estaba promoviendo un “apagón mundial” de Internet como medida de protesta contra la Ley SOPA. Pero al no usar el Internet lo único que se logra es que el “hardware” de los servidores tendrá descanso en el cual las compañías podrán realizar su mantenimiento a costos reducidos. Pero claro, todos vamos a pensar que hicimos algo! Vaya, Yo si participé! Yo si protesté! 
Los hechos se miden por los resultados y no por las intensiones
A niveles donde se toman estas decisiones los gritos y protestas suenan como cacareos de guacamayos, tarde o temprano se callarán.

Todos están de acuerdo con que las cuotas de telefonía celular en México son las mas altas del mundo. Todos se quejan pero siguen pagando. Si la pagas, no te quejes. Si no te gusta, deja de usar la. Tal parece que por el simple hecho de sacar las palabras por la boca logran a auto-realizarse. ¡Misión cumplida, Yo ya puse de mi parte!

Me paro en el semáforo pisando la línea blanca peatonal. No pasa nada, yo sí lo necesito. Los políticos son los corruptos, yo soy bueno. Peña Nieto no puede citar 3 libros, pero yo puedo tirar en la calle la envoltura de mi chicle, porque se supone que pago los impuestos para esto. Que la televisión es una mierda, es un aparato de disminución del coeficiente intelectual del pueblo. 

Pues, según el sapo es la pedrada. La calidad del producto es determinada por la demanda.

Los ciudadanos expresan su indignación de cómo es posible que hagan chistes sobre la tragedia de la guardería ABC. Pero nadie se indigna por el hecho de que todavía no se han castigado a los responsables. Ya se olvidaron de que este caso tiene responsables. Los chistes no van a dañar a nadie pero las personas responsables seguirán dañando a la patria. Pero claro la prioridad es que ya opiné. Ya puse de mi parte. Sepa la chinche pa’que pero yo ya lo cumplí. ¡Viva la libertad de expresión! ¡Que soy ateo, gracias a Dios!