Lo que espero con éste tipo de artículos es revelar algunos detalles, temas y controversias que motiven la reflexión y tal vez, nos ayuden a ver algo acostumbrado de otro punto de vista.
En todas las escuelas de actuación predomina una tendencia de creer que están tratando con actuación “seria”, es decir estudian, analizan, practican y actúan sobre las obras clásicas o por decirlo así: “dramaturgia buena”. Claro que es lógico. A nadie se le hubiera ocurrido estudiar actuación usando como libro de texto el guion de “Commando” (antigua película con Arnold Schwarzenegger), pero al mismo tiempo la mayoría de los futuros actores y actrices están bien conscientes que no entrarán en la historia del mundo actoral como los mejores Hamlet o Ofelia. Por más desprecio que pueden sentir los adeptos de arte histriónico “serio” hacia las telenovelas entablilladas, no rechazarán la oportunidad de ganarse una lanita por allí. Porque los proyectos que permiten plasmar tu profunda e inolvidable huella en el arte actoral no abundan, pero los gastos están contigo todos los días. Así que tus expectativas tarde o temprano se enfocarán en mantener ese “entablillamiento” el mayor tiempo posible para sacarte de pedos.
En este proceso desaparecerá como humo de cigarro aquel noble objetivo mencionado por una de las vacas sagradas del teatro:
¿A poco cuando estamos haciendo nuestra pastorela, estamos en realidad cambiando la manera de pensar en el universo? No exactamente... y tampoco es para estimular la auto-manifestación de tu ego. No creas que tú eres el único. Mucha gente ha pasado por allí. Todos los recién salidos debajo de las alas de alma mater piensan que tienen en su bolsillo una llave maestra para cualquier personaje. Pasan años hasta que les cae el veinte que el concepto de tu circulo de personajes no son palabras vacías y no tiene por objetivo limitarte. Solo es un ejemplo de las enseñanzas mal interpretadas, así que no te claves en los “círculos” demasiado.
En todas las escuelas de actuación predomina una tendencia de creer que están tratando con actuación “seria”, es decir estudian, analizan, practican y actúan sobre las obras clásicas o por decirlo así: “dramaturgia buena”. Claro que es lógico. A nadie se le hubiera ocurrido estudiar actuación usando como libro de texto el guion de “Commando” (antigua película con Arnold Schwarzenegger), pero al mismo tiempo la mayoría de los futuros actores y actrices están bien conscientes que no entrarán en la historia del mundo actoral como los mejores Hamlet o Ofelia. Por más desprecio que pueden sentir los adeptos de arte histriónico “serio” hacia las telenovelas entablilladas, no rechazarán la oportunidad de ganarse una lanita por allí. Porque los proyectos que permiten plasmar tu profunda e inolvidable huella en el arte actoral no abundan, pero los gastos están contigo todos los días. Así que tus expectativas tarde o temprano se enfocarán en mantener ese “entablillamiento” el mayor tiempo posible para sacarte de pedos.
En este proceso desaparecerá como humo de cigarro aquel noble objetivo mencionado por una de las vacas sagradas del teatro:
…convirtiendo nuestro arte en maestranza, educaremos a nuestro inocente publico ayudándole a formar criterios y valores dignos de un ciudadano moderno… - Konstantín Stanislavski¡Opa! Hasta se puede escuchar como dentro de algunas cabezas rechinan las neuronas tratando de compaginar lo que esto podría significar.
¿A poco cuando estamos haciendo nuestra pastorela, estamos en realidad cambiando la manera de pensar en el universo? No exactamente... y tampoco es para estimular la auto-manifestación de tu ego. No creas que tú eres el único. Mucha gente ha pasado por allí. Todos los recién salidos debajo de las alas de alma mater piensan que tienen en su bolsillo una llave maestra para cualquier personaje. Pasan años hasta que les cae el veinte que el concepto de tu circulo de personajes no son palabras vacías y no tiene por objetivo limitarte. Solo es un ejemplo de las enseñanzas mal interpretadas, así que no te claves en los “círculos” demasiado.