
En el metrobús una señora con mucha determinación está estudiando un tatuaje con jeroglíficos que tiene una jovencita en su cuello. La jovencita no aguanta y pregunta:
— ¿Qué pasó, tercera edad, en tu tiempo no había tatuajes?
— Oh, no mi amor, — le responde la señora, — en mi tiempo había de todo. Sucede que soy profesora de Japonés y trato de entender porqué en tu cuello dice: "no volver a congelar".