En ocasiones, nuestras preferencias personales pueden opacar el potencial innato de un número maravilloso. Esto sucede cuando, como director o coreógrafo, permito que mis propios gustos influyan en exceso en el trabajo de los intérpretes, forzándolos a actuar de una manera que no les resulta natural. ¡Ups!

Esto es un poco como lo que les pasa a algunos padres que proyectan sus deseos no cumplidos en sus hijos, esperando que estos encarnen sus sueños fallidos. Cuando esas expectativas no se cumplen, ¡zas! Surgen desilusiones y conflictos.
Cada número artístico es como una exquisita ensalada, donde el creador actúa como el chef, combinando una variedad de ingredientes para lograr el sabor y el efecto que tiene en mente. Pero cuidado, no queremos terminar con una mezcla extraña que nadie quiere probar.
El oficio del director radica en la habilidad para obtener el mejor resultado posible utilizando los recursos disponibles en cada situación. Es como jugar al Tetris: necesitas encajar las piezas de la mejor manera posible.

Esto es un poco como lo que les pasa a algunos padres que proyectan sus deseos no cumplidos en sus hijos, esperando que estos encarnen sus sueños fallidos. Cuando esas expectativas no se cumplen, ¡zas! Surgen desilusiones y conflictos.
Cada número artístico es como una exquisita ensalada, donde el creador actúa como el chef, combinando una variedad de ingredientes para lograr el sabor y el efecto que tiene en mente. Pero cuidado, no queremos terminar con una mezcla extraña que nadie quiere probar.
El oficio del director radica en la habilidad para obtener el mejor resultado posible utilizando los recursos disponibles en cada situación. Es como jugar al Tetris: necesitas encajar las piezas de la mejor manera posible.
El éxito de una producción depende en gran medida de la capacidad del director para analizar cuidadosamente los recursos disponibles y utilizarlos de manera eficiente y creativa. Se trata de encontrar un balance entre las limitaciones y las posibilidades para exprimir al máximo lo que puedes dar.
¡A veces hay que hacer magia con lo que se tiene!