Mejorando diversos procesos hace que nuestra vida se vuelva más eficiente, más productiva, más cómoda y por supuesto más fácil. En la nota de hoy quisiera destacar algunos puntos que pueden ayudar a mejorar nuestros procesos.

Alternar entre el estrés y el descanso mientras realizas tareas importantes. Para los que trabajan con carga intelectual la proporción óptima que se conoce es 50 minutos de trabajo con 7 minutos de descanso.
Moderar la energía. Recordar que cualquier desgaste (físico, mental, emocional) quita algo de fuerza y habrá menos energía para la siguiente tarea.
Evitar realizar múltiples tareas siempre y cuando es posible. Resolver una cosa a la vez. Así gastarás menos energía y el resultado será mejor. La calidad es más importante que la cantidad.
Los desayunos. Trata siempre tener una reserva de alimentos que te sirve a ti.
Refrescar el plan. Tomar unos 5 minutos en la mañana para repasar el plan del día. Esto ayuda a no depender tan fácilmente de los estímulos externos.
No desperdiciar la energía. En chismes, conversaciones telefónicas sin importancia, escuchando las historias negativas, cargando con problemas ajenos.
La complejidad. Las tareas simples que puedes resolver fácilmente no conducirán al crecimiento. Las tareas que están un poco más allá de tus límites te empujarán adelante. Pero es importante comprender que las cargas demasiado complejas solo causarán pánico.
Unitarea. Si te concentras en realizar las tareas en forma secuencial, llevará menos tiempo. Las investigaciones han demostrado que en promedio, tratar de hacer múltiples tareas desperdicia el 40% del tiempo de trabajo. Por la misma razón, se reduce drásticamente la cantidad de información que se debería de almacenarse en la memoria a largo plazo.
La concentración. Para convertirse en un experto, es importante no solo dedicar una cierta cantidad de tiempo al aprendizaje, sino hay que ser lo más concentrado posible. Esto es lo que distingue a un experto de la gente común.

Alternar entre el estrés y el descanso mientras realizas tareas importantes. Para los que trabajan con carga intelectual la proporción óptima que se conoce es 50 minutos de trabajo con 7 minutos de descanso.
Tomar un descanso en el momento cuando sientes el agotamiento de fuerzas y energía. Durante el descanso, hacer cosas que no requieran de concentración: una caminata, una ducha, curiosamente lavar trastes funciona muy bien.
Moderar la energía. Recordar que cualquier desgaste (físico, mental, emocional) quita algo de fuerza y habrá menos energía para la siguiente tarea.
Evitar realizar múltiples tareas siempre y cuando es posible. Resolver una cosa a la vez. Así gastarás menos energía y el resultado será mejor. La calidad es más importante que la cantidad.
¿Qué se puede anticipar?
La ropa. Preparar la ropa para el día siguiente desde antes. Si no te gusta usar lo mismo, los especialistas recomiendan que tengas tu propio catálogo. Inviertes tu tiempo en hacerlo una vez y ya no vuelves a preocuparte de esto.Los desayunos. Trata siempre tener una reserva de alimentos que te sirve a ti.
Refrescar el plan. Tomar unos 5 minutos en la mañana para repasar el plan del día. Esto ayuda a no depender tan fácilmente de los estímulos externos.
No desperdiciar la energía. En chismes, conversaciones telefónicas sin importancia, escuchando las historias negativas, cargando con problemas ajenos.
Lo más complejo primero. Si puedes escoger, siempre comienza el día resolviendo problemas más difíciles.
Para reflexionar
La dosis. El estrés y el esfuerzo, con moderación, hace que el cerebro funcione mejor. Pero, si no le das un período de descanso después de la carga, se produce el agotamiento. El estrés periódico provoca crecimiento. El estrés crónico conduce al agotamiento y la depresión.La complejidad. Las tareas simples que puedes resolver fácilmente no conducirán al crecimiento. Las tareas que están un poco más allá de tus límites te empujarán adelante. Pero es importante comprender que las cargas demasiado complejas solo causarán pánico.
Unitarea. Si te concentras en realizar las tareas en forma secuencial, llevará menos tiempo. Las investigaciones han demostrado que en promedio, tratar de hacer múltiples tareas desperdicia el 40% del tiempo de trabajo. Por la misma razón, se reduce drásticamente la cantidad de información que se debería de almacenarse en la memoria a largo plazo.
La concentración. Para convertirse en un experto, es importante no solo dedicar una cierta cantidad de tiempo al aprendizaje, sino hay que ser lo más concentrado posible. Esto es lo que distingue a un experto de la gente común.