La paradoja del gato de Schrödinger es un experimento mental propuesto por el físico Erwin Schrödinger en 1935 para ilustrar los problemas de la interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica.
Descripción del Experimento
1. Caja Cerrada: Imagina un gato encerrado en una caja de acero hermética. Dentro de la caja hay un dispositivo que contiene una sustancia radiactiva, un contador Geiger, un frasco de veneno y un martillo.
2. Dispositivo Cuántico: El dispositivo está configurado de tal manera que, si el contador Geiger detecta la desintegración de un átomo radiactivo (un evento cuántico aleatorio), el martillo romperá el frasco de veneno y el gato morirá. Si no hay desintegración, el frasco de veneno permanecerá intacto y el gato seguirá vivo.
3. Superposición Cuántica: Según la interpretación de Copenhague, hasta que alguien observe el contenido de la caja, el gato se encuentra en un estado de superposición cuántica, es decir, está simultáneamente vivo y muerto.
4. Observación y Colapso: Al abrir la caja y observar, se dice que el estado cuántico colapsa en una de las dos posibles realidades: o el gato está vivo o el gato está muerto. La observación determina el estado final.
Schrödinger ideó esta paradoja para mostrar lo absurdo de aplicar la mecánica cuántica a objetos macroscópicos y cuestionar la interpretación de Copenhague, que sugiere que un sistema cuántico puede existir en múltiples estados simultáneamente hasta que se realiza una observación.
Aunque es un experimento mental, ha sido un detonador para los debates sobre la interpretación de los fenómenos cuánticos y el estímulo para analogías y bromas.
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Los platos de Schrödinger |