El Cambio del Propósito de Maestro

El tiempo cuando el maestro era el único transportador del conocimiento se quedó en el pasado. En aquel tiempo, en el aula, nos enseñaban algo y este algo no se podía cuestionar o comprobar ya que no teníamos donde hacerlo. Los profesores no sentían la presión de que sus enseñanzas podrían ser cuestionadas. Todo lo que decían era verdad en su máxima instancia. Esta situación colocaba a los profesores en un pedestal de sabelotodo y algunos se aprovechaban de esto para alimentar su ego y autoestima. 


Los tiempos cambiaron, ahora todo lo que se dice puede ser verificado, cuestionado y refutado. Lo cual es una presión significativa sobre todo para aquellos que imparten el conocimiento, ya no pueden inventar y distorsionar las cosas a su conveniencia, deben manejar la información fidedigna y mantenerse actualizados. Veamos algunos puntos que influenciaron sobre estos cambios.

La democratización del conocimiento. La disponibilidad de información en línea y la capacidad de verificarla fácilmente ha democratizado el acceso al conocimiento. Los estudiantes ya no dependen exclusivamente del maestro como fuente de información, lo que les permite explorar y aprender de diversas fuentes. 

El rol del maestro. En lugar de ser la única fuente de conocimiento, el maestro ahora se convierte en un facilitador del aprendizaje, en el mejor de los casos guiando a los estudiantes en la búsqueda, evaluación y comprensión de la información. Este cambio de enfoque requiere habilidades diferentes por parte del maestro, como la capacidad de fomentar el pensamiento crítico y la alfabetización digital en lugar de simplemente impartir hechos.
 
La importancia de la actualización. Dado que la información está en constante cambio y evolución, los maestros deben mantenerse actualizados con los últimos avances tanto en sus campos como en el uso de la tecnología y métodos de comunicación. Esto requiere de un compromiso permanente con el desarrollo personal, ya que los maestros deben estar preparados para abordar nuevas ideas, descubrimientos y tecnologías en el aula.

El pensamiento crítico. Con la abundancia de información disponible, es crucial desarrollar habilidades para evaluar la validez y la confiabilidad de las fuentes, así como para discernir entre hechos y opiniones. Esto es valido tanto para los maestros como para los estudiantes. Ambas partes deben esforzarse para ser ciudadanos informados y críticos en una sociedad cada vez más compleja.

La autoridad del experto. En el mundo actual que cambia rápidamente, cobra extrema importancia el experto que ejerce. La experiencia actualizada se adquiere y se comparte muy rápido. Los teoréticos ya no pueden estar divagando porque nadie les cree. Las enseñanzas directas, salidas del campo, son las más eficaces. Es por esto que el docente ahora debe tener una relación directa con la aplicación de las enseñanzas que imparte